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Servicio de Salud Ñuble entrega recomendaciones para evitar alteraciones del sueño producto del cambio de hora

Este sábado comenzará a regir en el territorio nacional el “horario de invierno”, frente a lo cual, profesionales de la institución dieron a conocer las formas de autocuidado y cómo prevenir efectos adversos en la salud.

 

El próximo 6 de abril, a la medianoche, entra en vigencia el horario de invierno, retrasando así 60 minutos los relojes. Una acción en la que no solo se debe adaptar los horarios, sino que también los cuerpos, especialmente para evitar, entre otras cosas, trastornos del sueño. En ese marco, profesionales de salud entregaron recomendaciones para evitar complicaciones a la salud  producto de este cambio.

 

“Es importante considerar algunos de los efectos que puede generar este nuevo horario, especialmente en la salud física y emocional de las personas, llegando a experimentar dificultades para conciliar el sueño, o despertarse muy temprano. Esto acompañado del clima frío y la disminución de horas con luz solar, puede desmotivar la actividad física al aire libre, lo que afecta nuestra salud mental; estado de ánimo o tener una mayor irritabilidad. Por ello, es fundamental aplicar medidas de autocuidado, tales como una buena higiene del sueño, mantener las rutinas de actividad física, propiciar una alimentación saludable, reduciendo el  uso de algunos  estimulantes como cafeína, alcohol, bebidas energéticas, entre otras, además de evitar la automedicación”, enfatizó la Dra. Denisse Oliva Fuentealba, Psiquiatra y Jefa (s) del Departamento de Salud Mental del SSÑ.

 

Hábitos del sueño

 

Uno de los efectos inmediatos que puede provocar el cambio de hora es la alteración en la secreción de melatonina, hormona que regula los estados de vigilia y sueño, lo que se puede manifestar con efectos como somnolencia, cansancio, variación en el estado de ánimo, cefalea y dificultades para mantener la atención y concentración.

 

En esa línea, la Dra. Paula Ortega Peña, Neuróloga especializada en sueño del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán, precisó que “para la mayoría de las personas, este cambio de horario –del de verano a invierno- no les afecta demasiado. Quienes pueden presentar mayores dificultades de adaptación son las y los niños pequeños, los adultos mayores y también las personas que toman fármacos para dormir o presentan enfermedades que alteran el ciclo circadiano”.

 

“Lo que genera el cambio en las niñas y niños es que cambia la disposición de la luz, aumentando en las mañanas y disminuyendo en las noches. La recomendación para todos los grupos que se adaptan más lento al cambio, es comenzar con 4 o 5 días de anticipación, adelantando la hora de acostarse para adaptar nuestro cerebro a este cambio de forma paulatina”, recalcó la especialista.

 

Finalmente, la Dra. Ortega indicó que, “algunos de los síntomas que manifiestan son sensación de malestar, dolor abdominal, náuseas, falta de apetito e irritabilidad, que se prolongan durante uno o dos días, que es el período en que los organismos se adaptan al nuevo horario y entonces, los signos desaparecen por sí solos”.

 

Mantener una rutina regular de sueño y vigilia, incluso los fines de semana, ayudará a regular tu reloj biológico y a minimizar el impacto del cambio de horario.

 

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