COLUMNA: Presidente Boric no da el ancho a un año de asumir

Por Claudio Maureira Aliaga, Periodista.

Como periodista, me siento en la obligación de transmitir las preocupaciones de la ciudadanía. En este caso, las críticas que se han generado en torno al Presidente Gabriel Boric han sido bastante contundentes.

En primer lugar, uno de los puntos más criticados ha sido su falta de liderazgo. Desde que asumió el cargo, Boric ha demostrado no tener la capacidad de tomar decisiones claras y coherentes. Sus discursos son vacíos y no ofrecen respuestas concretas a las problemáticas actuales del país.

Además, su incapacidad para tomar decisiones importantes ha generado inestabilidad en su gobierno. La polémica en torno a las medidas que supuestamente “nunca tomaría” como el estado de excepción en La Araucanía es un claro ejemplo de esto. El hecho de que el Presidente haya cambiado su posición y no dejando claro un plan de acción, ha causado descontento en la ciudadanía y generado un ambiente de incertidumbre.

Otro punto que ha sido muy criticado en la gestión de Boric es su falta de experiencia. Si bien es cierto que la juventud puede ser un valor importante en la política, también es cierto que la experiencia y el conocimiento son fundamentales para tomar decisiones certeras. Boric ha demostrado no tener la preparación necesaria para enfrentar las complejidades de la política nacional e internacional.

Asimismo, ha existido gran controversia en torno a la participación del Partido Comunista en su gobierno. Este grupo político ha sido acusado de tener una ideología radical, lo que ha generado temor en algunos sectores de la población. Es necesario cuestionar si la presencia de este partido en el gobierno es realmente beneficioso para el país, o si por el contrario, solo genera división y polarización.

Por otro lado, es importante destacar la falta de medidas concretas que ha tomado Boric para hacer frente a los problemas del país. En su discurso de toma de posesión, hizo mención a la necesidad de combatir la desigualdad, la pobreza, el nepotismo y la corrupción. Sin embargo, hasta ahora no se han presentado planes concretos para abordar estos temas.

Con respecto al nepotismo en el gobierno de Gabriel Boric, ha sido objeto de controversia y críticas por parte de varios sectores de la sociedad. El término se refiere a la práctica de dar preferencia a familiares o amigos cercanos al momento de tomar decisiones importantes en los cargos públicos, en detrimento de los criterios de habilidad, experiencia, mérito y transparencia.

Los cuestionamientos a Boric se basan principalmente en el nombramiento de amigos y familiares de estos en puestos de responsabilidad dentro de su gobierno. Uno de los casos emblemáticos es del embajador de España, amigo personal del Presidente o de los ministros Jackson y Vallejos.

Esto ha generado una fuerte reacción negativa entre los partidos políticos y la sociedad civil, quienes exigen al presidente que se aleje del nepotismo y promueva un gobierno justo e inclusivo para todos los ciudadanos. También se espera que Boric pueda mantener un equilibrio entre la lealtad familiar y el interés público y no debilitar su mandato debido a esta situación.

En cuanto al manejo de la economía , el Presidente ha sido criticado por los cambios constantes en las medidas, aunque “se la jugó”, de manera impositiva y sin un trabajo previo, por una reforma tributaria que resultó siendo rechazada, en la idea de legislar, debido a su propia coalición, ya que pese a tener los votos necesarios, tres de sus diputadas no votaron, más el rechazo de la derecha hicieron que se pusiera en evidencia una vez más la inexperiencia, tozudez y soberbia de un gobierno que no negocia y que tampoco es capaz de alinear a su propio sector.

Finalmente, es necesario cuestionar su postura ante la crisis migratoria que vive el país en estos momentos. Si bien es cierto que la migración lleva años siendo un tema complejo en Chile, la respuesta de Boric ha sido insuficiente. La falta de un plan integral para abordar esta problemática ha generado situaciones de precariedad e inseguridad para los chilenos y para los propios migrantes, y esto es algo que no puede permitirse en un país que se proclama defensor de los derechos humanos.

En conclusión, las críticas hacia el Presidente Gabriel Boric son justificadas. Su falta de liderazgo, su inexperiencia, su postura radical y la ausencia de medidas concretas para hacer frente a las problemáticas del país, son aspectos que deben ser cuestionados. Como periodistas, es nuestro deber exigir un gobierno que esté a la altura de las demandas de la ciudadanía y que tenga la capacidad de liderar el país hacia el progreso y la justicia social.

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