Dirección del Trabajo instala su primer Consejo Tripartito Regional de Usuarios en el Ñuble

Importantes empresas, organizaciones gremiales y sindicatos de la región participan de esta instancia de diálogo social que ahora suman 25 en todo el país.

Con 16 organizaciones sindicales, gremiales y empresariales se constituyó este jueves el primer Consejo Tripartito Regional de Usuarios (CTRU) de la Región del Ñuble, instancia tripartita de diálogo social que la Dirección del Trabajo (DT) ha instalado en todo el país desde hace 18 años.

Esta nueva instancia fue constituida a dos años de la creación de la región.

Con este nuevo CTRU la Dirección del Trabajo cuenta ya con 25 de estos consejos donde empleadores y trabajadores sesionan periódicamente a lo largo del año para analizar problemáticas regionales y recibir capacitaciones en distintas materias laborales.

A la sesión de hoy asistieron representantes de las siguientes empresas:  Eléctrica Copelec, Falabella, Frutícola Olmué, Iansagro y Celulosa Arauco.

Desde la organización gremial concurrieron la Cámara de Comercio de Chillán, Cámara Chilena de la Construcción, Colegio de Contadores de Ñuble y Colegio de Contadores de San Carlos y Federación de Colegios Diocesanos.

Por parte del mundo sindical participaron la Central Unitaria de Trabajadores de Ñuble, Sindicato Copelec, Sindicato Iansagro y la Federación de Trabajadores de Ripley.

Finalmente, también estuvo presente el Observatorio Laboral de Ñuble.

Gonzalo Alonso, director regional del Trabajo, dijo que “haber constituido este consejo es una muy buena noticia para el mundo laboral de nuestra región porque, tal como lo demuestra la experiencia de otros consejos similares en otras regiones y desde hace casi dos décadas, los actores gremiales y sindicales aprenden a conocerse y a analizar juntos problemas o temáticas, lo que genera una sinergia que favorece el hallazgo de soluciones y el alcance de acuerdos”.

A su vez, la seremi del Trabajo y Previsión Social, Yeniffer Ferrada, señaló que “siempre es positivo que los servicios públicos interactúen con la sociedad civil, con el sector privado, los sindicatos y distintos actores. En el caso de la DT, que es una institución clave a la hora de pensar y aplicar la normativa laboral, esto reafirma el compromiso con el mundo del trabajo, desde sus distintos frente, en la región”.

En esta primera sesión Gonzalo Alonso expuso sobre el diagnóstico laboral y económico de la región confeccionado por la DT. Asimismo, se fijó como próxima tarea complementar este diagnóstico con la mirada que los consejeros.

El CTRU planea volver a reunirse a fines de noviembre para consolidar el documento con las opiniones de los consejeros.

Historia y objetivos

Los CTRU fueron implementados entre los años 2002 y el 2003, al asumir la DT la mediación entre las partes como uno de sus ejes estratégicos. El objetivo fue desde un comienzo el generar más y mejores acuerdos.

Las principales características del CTRU son:

  • De carácter institucional
  • Permanentes
  • Representativos de actores laborales
  • Descentralizado
  • De carácter regional
  • Tripartito (participación del Estado, Trabajadores, Empleadores).

La tarea inicial era incorporar a los sindicatos y empresas más significativas de la región, lo que normalmente significaba tener solo a las organizaciones más numerosas y a las empresas más grandes, sin abarcar a un universo mayor de empresas. Pero esta instancia de diálogo evolucionó con fuerza rápidamente. Pronto se agregaron espacios de capacitación que respondían a las urgencias regionales de trabajadores y empleadores.

Los CTRU también se fueron estableciendo como un lugar de análisis y diagnóstico de la realidad laboral regional. Además, comenzaron a integrarse otros actores, como universidades públicas y privadas, centros de estudios y diferentes instancias gubernamentales.

 

Casos destacados

A tal punto ha llegado la evolución de los CTRU, que algunos de ellos han generado iniciativas que se han transformado en artículos de leyes aprobadas en el Congreso, propuestas de superación de catástrofes que han significado que un ministro los visite para analizarlas, actividades que han salvado vidas y coordinaciones que han permitido que un grupo de trabajadores obtenga su vivienda propia, entre otras.

Por ejemplo, luego de los incendios forestales que afectaron a la región del Maule en 2017, el CTRU de Talca realizó un diagnóstico de los efectos del desastre y se plantearon propuestas de apoyo al sector económico afectado. Ese trabajo se le envió al ministro de Agricultura, Antonio Walker, y como respuesta, la autoridad sectorial participó este año en una sesión del CTRU, para analizar las ideas del documento.

A la vez, el CTRU de Coquimbo decidió realizar el año 2014 un simulacro de amenaza de tsunami en empresas acuícolas de la zona costera de Coquimbo. La aplicación real del ejercicio ocurrió al año siguiente, el 16 de septiembre, cuando se produjo un terremoto que devastó la región. Durante el sismo, tres trabajadores que se encontraban trabajando en balsas flotantes, recordaron que en caso de tsunami la recomendación era internarse en el mar y no intentar volver al puerto, adoptando tal decisión y salvando sus vidas.

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